Situada en una colina de Mykonos, esta residencia ofrece impresionantes vistas del mar, las casas blancas y el paisaje circundante. La vivienda, orientada al suroeste, es accesible desde el punto más alto de la parcela. Una calle trasera conduce a una explanada con una pérgola de aparcamiento y un patio de entrada, rodeado de altos muros que protegen la casa del viento.

La fachada trasera se integra perfectamente en el paisaje, utilizando muros de piedra local. En cambio, la fachada delantera presenta volúmenes blancos a distintas alturas, adaptados a la pendiente del terreno. El diseño interior refleja esta adaptación con escalones y escaleras, creando conexiones dinámicas entre los espacios interiores y exteriores.

La zona social combina la cocina, el comedor y la sala de estar en una unidad cohesionada, fomentando una sensación de apertura y fluidez. En el otro extremo de la casa, dos dormitorios en suite dan acceso directo al jardín, ofreciendo una mezcla perfecta de vida interior y exterior. El dormitorio principal, situado en el punto más alto de la casa, cuenta con una terraza privada con vistas al impresionante paisaje.

En el diseño de los espacios exteriores destacan las grandes formaciones de piedra existentes. Estos elementos naturales se han integrado cuidadosamente en el diseño, flanqueando el porche, las zonas de terraza, la piscina y el jardín. Esta integración no sólo realza el atractivo estético, sino que aporta un carácter único a la residencia.

La combinación de un diseño cuidado, unas vistas impresionantes y una perfecta integración de los elementos naturales hace de esta residencia de Mykonos una mezcla perfecta de belleza y funcionalidad. La interacción dinámica entre los diferentes niveles y la cuidadosa consideración del paisaje natural crean un entorno de vida armonioso que es a la vez lujoso y acogedor.